En la comunidad de Bajo Chiquito, comarca Emberá-Wounaan, se llevó a cabo la Jornada de capacitación local sobre Tráfico Ilícito de Migrantes e identificación de perfiles de vulnerabilidad con enfoque de género con el objetivo de sensibilizar a los miembros de las comunidades indígenas para que participen activamente en la lucha contra el tráfico ilícito de migrantes (TIM), y promover una respuesta local más informada, efectiva y empoderada.

Impulsada por el Programa Regional sobre Migración, que es implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) con el financiamiento de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos, la jornada realizada el 15 de abril de 2024 reunió a más de 45 miembros de la comunidad que recibieron herramientas efectivas que les permitirán identificar de manera precisa los perfiles de vulnerabilidad específicos y desarrollar estrategias prácticas para la prevención y abordaje del TIM, considerando las necesidades y perspectivas de género en las comunidades indígenas de la región de Darién.

Diariamente, los 519 habitantes de Bajo Chiquito, uno de los primeros poblados panameños después de la peligrosa selva de Darién, reciben a orillas del río Tuquesa a miles de personas migrantes con necesidad urgente de asistencia humanitaria y protección. Como en todas las regiones fronterizas empobrecidas y con limitadas oportunidades de empleo, las actividades asociadas al TIM tienen un impacto significativo al reemplazar los medios de subsistencia tradicionales de las comunidades indígenas.

Para Esmeralda Dumasá, Nocó o dirigente tradicional, “el flujo migratorio ha impactado considerablemente la dinámica de la población de Bajo Chiquito, desde la demografía hasta las relaciones sociales y familiares.”

“Las mujeres y niñas pueden encontrarse en situaciones de vulnerabilidad particulares dentro de los flujos migratorios, ya que tienen mayor riesgo de sufrir violencia basada en género o convertirse en víctimas de otros crímenes como la trata de personas”, agregó Shellah Franceschi, Oficial de Protección de OIM en Panamá.

La jornada se llevó a cabo con un enfoque participativo centrado en el diálogo y la colaboración, buscando fortalecer las capacidades locales de manera sostenible. A través de sesiones teóricas, ejercicios prácticos y debates grupales, se lograron identificar fortalezas, oportunidades, y debilidades relacionadas con la lucha contra el TIM que enfrenta la comunidad. Además, se propició el intercambio de experiencias y conocimientos entre los participantes, así como el desarrollo de habilidades prácticas para la aplicación de los conceptos aprendidos en sus contextos específicos.

Edith Núñez, asesora legal y coordinadora encargada del Centro de Atención Integral del Ministerio de la Mujer en Darién, resaltó la importancia de educar sobre la corresponsabilidad en cuanto a las tareas domésticas como una medida para prevenir la violencia basada en género en comunidades más tradicionales. Por su parte, Aramis Villarreal, Fiscal Adjunto de la Fiscalía contra el Crimen Organizado, explicó que, además de tener un rol de represión de crímenes, la Procuraduría General de la Nación también tiene una responsabilidad de hacer docencia en espacios como este para prevenir los riesgos asociados al TIM y la trata de personas.

En apoyo a sus Estados Miembros para abordar de manera más efectiva los desafíos de la migración y la gestión de fronteras, al igual que para mejor informar la toma de decisiones en materia migratoria, la OIM publica numerosos documentos y herramientas como el estudio sobre los Perfiles y modos de operación de personas facilitadoras del Tráfico Ilícito de Migrantes en América Central, México y la República Dominicana, publicado en 2024 junto a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés).

La implementación de políticas y estructuras eficientes de gobernanza migratoria y fronteriza facilita una mejor gestión de los movimientos en las fronteras, previene la migración irregular, contribuye al desmantelamiento de redes de delincuencia organizada y protege los derechos de las personas migrantes.

“Los grupos criminales se aprovechan de la migración irregular como una fuente de ingresos, mientras tanto que las personas migrantes sufren abusos y coerción debido a la desinformación y desconocimiento de los riesgos que implica utilizar estos medios. La OIM, gracias al trabajo conjunto con la Procuraduría General de la Nación y el Ministerio de la Mujer, busca a través de estas actividades fortalecer la respuesta de las comunidades receptoras ante las amenazas de las actividades relacionadas al tráfico ilícito de migrantes”, concluyó Rina Castillo, Asociada de proyectos de Inmigración y Gobernanza Fronteriza (IBG por sus siglas en inglés).

Para más información, contactar al equipo de comunicaciones de OIM Panamá al correo iompanama@iom.int.